Acá se muestra la entrevista hecha por
PERIODISTA DIGITAL a Juan Eslava Galán, escritor y profesor español de novelas históricas, autor de “La primera
guerra mundial contada para escépticos”.
Juan Eslava Galán plantea muchos puntos
durante la entrevista, pero es importante analizar a fondo la afirmación que él
reitera varias veces: las potencias europeas querían entrar en una guerra.
Es importante recordar, para poder analizar
esta afirmación, el sistema de alianzas que Bismarck había planteado para 1887
(Bündnissystem). Bismarck, después de ganar la guerra Franco-Prusiana (que como
resalta Eslava Galán, significo un golpe moral muy duro para los franceses), es
consiente que Francia intentara recuperarse para tomar “revancha”, así que
plantea un sistema de alianzas para aislar a Francia del ambiente político internacional
europeo. Por un lado tiene una alianza defensiva
con el Imperio Astro-Húngaro e Italia, que obligaba a estos países a entrar en
guerra en caso que alguno fuera agredido. Por otro lado tenía una relación amistosa
con Inglaterra. Y por último tenía un pacto secreto con Rusia
(Rückversicherungsvertrag), que consistía en que en caso que Francia atacara a
Alemania, Rusia se mantendría neutral, y si el Imperio Astro-Húngaro atacaba a
Rusia, Alemania se mantendría neutral. Esta serie de pactos evitaba una posible
guerra en varios frentes y aislaba a Francia.
Con la llegada de Guillermo II al trono del
Imperio Alemán (1888), Bismarck perdió influencia. Después de la catastrófica derrota
rusa en la Guerra Ruso-Japonesa de 1905, Rusia necesitaba reconstruir su ejército,
y después de que Alemania le negara ayuda económica para lograr este fin,
Francia vio su oportunidad de reincorporarse al sistema de alianzas europeo y
financio la reconstrucción del ejército Ruso, pese a que vivía un momento económico
deplorable. Así pues, el pacto secreto de Bismarck cayó. Al mismo tiempo, tal y
como lo menciona Eslava Galán, Alemania comienza la construcción de una flota
enorme, lo que preocupa a Inglaterra, que decide aliarse con Francia y con
Rusia.
Y es en este punto donde entra a jugar un
papel importante la “Guerra Étnica” que menciona Eslava Galán. El Imperio
Astro-Húngaro, como menciona el autor, era un cadáver socavado por los
conflictos entre las muchas y diferentes etnias que lo conformaban. Y Rusia se
consideraba la potencia modelo de los países eslavos, por lo cual tenía una
estrecha alianza defensiva con Serbia.
Por lo tanto, evidentemente, había algunos países
que querían una guerra y otros no. Francia quería recuperar Alsacia y Lorena, y
el honor perdido contra Alemania, en ese entonces Prusia. Rusia quiere
disputarle a Austria-Hungría el control de los países eslavos. Alemania, guiada
por Guillermo II y sus generales, consiente de ser la mayor potencia militar, anhelaba
conseguir colonias (lo que la enfrentaba a Francia e Inglaterra). Por otro lado, Inglaterra prefería no entrar
en una guerra, pero Alemania le empezaba a discutir la hegemonía marítima, hecho que ponía en peligro la Imperio Británico, el mas grande de toda la historia.. El Imperio Astro-Húngaro no podía
soportar una guerra que siguiese dividiendo, pero se sentía seguro teniendo a
Alemania de su lado. Y por último Italia observaba expectante como se movía la situación
política europea.
Se hace evidente, que muchos países si anhelaban
una guerra, pero ninguno de ellos a nivel europeo, todos contra un oponente en particular, pero el sistema de alianzas llevaría a que todos se terminaran enfrentando en un conflicto con resultados terribles.
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